Monday, May 01, 2006

SONETO LXXXII

Amor mío, al cerrar esta puerta nocturna te pido, amor, un viaje por oscuro recinto: cierra tus sueños, entra con tu cielo en mis ojos, extiéndete en mi sangre como en un ancho río.
Adiós, adiós, cruel claridad que fue cayendo en el saco de cada día del pasado, adiós a cada rayo de reloj o naranja, salud oh sombra, intermitente compañera!
En esta nave o agua o muerte o nueva vida, una vez más unidos, dormidos, resurrectos, somos el matrimonio de la noche en la sangre.
No sé quién vive o muere, quién reposa o despierta, pero es tu corazón el que reparte en mi pecho los dones de la aurora.

Pablo Neruda 1959

2 comments:

Anonymous said...

Gira de nuevo el entorno para encontrar el vacío. Casi nadie lo percata, solamente mi alma en soledad.
¿Acaso me propones un nuevo sentir con fundamentos vacíos?, ¿quieres decirme que debo apretar mi boca en una especie de sonrisa fingida?....no puedo ser tan hipócrita: a pesar de todo, debo mostrarte que soy sincero contigo.


...Permiteme cegarme por este sentimiento ... no deja de provocarme placer
... al caer La Noche, lograré lanzarte al infierno del olvido.

Eternamente mía..eternamente tuyo...

Anonymous said...

dar vuelco , en espiral de la alucion a una vaga sospecha ilucionada sobre camino pa´ solventar en menguos soledades , por deuda en dia con sol; al mirar tu calor distante y sentir mi palpitar creciente con tan solo suspirar... al coincidirnos...

^^